Una jornada de unión: 1 de Mayo de 1968
La celebración del 1.º de mayo de 1968 no fue una más en Mendoza. La efervescencia social, los ecos de revueltas, revoluciones, movimientos libertarios y resistencias en el mundo y en América Latina, en particular, traían en el aire la certeza de cambios profundos, la no resignación, la esperanza (fundada en hechos y sostenida por cuerpos) de un mundo mejor, más justo, con hombres y mujeres nuevas.